DIARIO, HUMOR

Solos sin hija

Apreciados maifrens,

Como sabréis los que me seguís en instagram, hace dos fines de semana el dulce de leche y yo cogimos un avión destino a Menorca para la boda de unas amigas y dejamos a Diana Ross unos días con mis padres, otros con mi hermana y con un-seis-y-un-cuatro aquí tienes una bolsa de pañales, unas toallitas, kilos de ropa, de juguetes, de medicamentos y su retrato.

beso

Yo, que estoy cada día jan-tú-jan con ella, me olía un drama de los terribol tú de dimensiones estratosféricas en plan «hermano mayor» con pataletas, lloros y respiración entrecortada, así que me conciencié dos días antes para cuando llegara el momento. Y no fue cuando pronuncié las palabras «Matilda, la mama se va» que ella se giró, cambió la expresión en sentido contrario a lo que me esperaba y con una mueca parecida a una sonrisa hizo un:

adios

«No, no…» dije yo acercándome con un «es que no lo entiende» y hablando a uno por hora, por si mi cigoto fuera duro de mollera «q-u-e l-a m-a-m-a s-e v-a. H-o-y n-o d-u-e-r-m-e a-q-u-í, duermes con la abuela que ronca nivel l-e-ó-n c-o-n s-i-n-u-s-i-t-i-s» «Muuuuuuá» dijo ella con un beso de tornillo en mi mejilla y sa alejó con sus ricitos delincuentes por el pasillo, el spiderman en una mano y mi madre en la otra «a iaia a matila» decía toda contenta.

De camino al aeropuerto fingí que era lo mejor que podía pasar y ya cuando estaba en el avión pensé «ya verás tú cuando llegue al hotel, trescientos guatsaps pidiéndome un face time con la niña trepando las cortinas.»

Me relajé, le di la mano al rioplatense y me apoyé en su hombro a dormir como en los viejos tiempos, cuando todo era campo y el ventolín no era nuestra droga de cabecera.

love

Y cuál fue mi sorpresa que cuando llegué al hotel no tenía ni un mísero guatsap. Ni una triste foto destrozando mobiliario. Nozing. «Mejor» dijo el rioplatense tirándose en plancha en la cama para hacer siesta.

Por la tarde lloré a mares en una de las bodas más bonitas everenever, por la noche cené y bailé con el dulce de leche a lo Dirty Dancing (cuando la marichocho aún no sabe bailar) y a las cinco de la mañana abandonamos la fiesta laik a viejos chochos porque yo ya tenía tres esguinces y dos capsulitis en los dedos de los pies y mi príncipe azul empezaba con las arritmias.

Antes de dormir chequeé el guatsap por si las flais: Foto de la niña en coma con un «Por fin se durmió la fiera. Ha estado muy contenta todo el día y persiguiendo al gato.» Y en ese momento me sentí aliviada de no tener que levantarme a las siete de la mañana a poner un bibi y pasar la resaca viendo la peli de Nemo.

resaca

Al día siguiente, después de un café con leche intravenoso y ochenta cuquis de chocolate, el mejor remedio cuando no tienes sensibilidad alguna de cintura para abajo y de pectorales para arriba, pregunté cómo se había despertado:

«Bien, lo primero que ha hecho es preguntar por el gato. Y luego me ha traído el mando y me dicho «peishus» y le he puesto Nemo». La niña no, pero el minino estaba tachando los días del calendario hasta nuestra vuelta.

Ese mensaje en una de las playas más bonitas ever, me dio la justificación perfecta para disfrutar de la isla todo el día sin remordimiento de ningún tipo.

beach

Más tarde, le tocaba el relevo a mi hermana y me llegó una actualización en forma de mensaje al whatsapp «cuando hemos ido a buscarla a casa de los abuelos se ha subido al cochecito y me ha dicho: ¡A kieka! Y nos la hemos traído para casa». Y todo muy bien porque aunque todos coincidían en que la niña es un poco hiperactiva, ¿hola, no leéis mi blog? comentaban que lo bueno que tiene es que siempre está contenta y que no extraña a sus padres.

Más isla, aeropuerto sin un niño y sin transportar diogenes nivel buscador de cobre y avión a media noche para llegar a casa.

aeroplane

«Ya la echo un poco de menos» me confesó mi príncipe azul al llegar a nuestro vertedero/hogar mientras nos jugábamos la vida sorteando el diógenes infantil. «Yo también» confesé mirando cada 5 minutos la foto de la niña inconsciente que me había mandado mi hermana antes de irse a dormir «Seguro que ella también…» me dijo el rioplatense cinco segundos antes de quedarse en coma en el catre.

Al día siguiente mi hermana me pasó el parte: la había llevado a la guardería y justo al llegar se puso en modo si-te-visto-no-macuerdo yéndose directa a su clase. «Sin mirar atrás…después de lo que hemos pasado juntas…» me dijo algo dolida.»¿Y por el camino no ha preguntado por la mama y el papa?» Dije yo sumándome al reproche «No, es que como Jun (mi sobrino) nos llama papa y mama, pues ella también nos llamaba así…»

sad

Pues sí maifren, se ve que pensó «a ver, si mis padres se han pirado de finde pues llamo «papas» a estos dos marichochos que me cuidan y me sumo a la familia.»

UNA SURVIVER.

Thinking

Puta bida, tete

P.D. Con Ruy estamos pensando en hacerla estudiar en casa, porque como se vaya de Erasmus y ya no vuelve everenever…

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4 comentarios en “Solos sin hija”

  1. Jajaa Layunta! També vam anar al bodorrio i els petits amb els avis ( a Menorca)!! Però el dia següent vam passar la resaca junts!!! Un altre dia no vindran a la post-boda!!! Una abraçada!

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