Apreciados maifrens,
La vida no está hecha para una madre trabajadora.
Yes ainnou, te dejo de piedra
Y es que esta sociedad es zero babyfriendly pero lo disimula very güel.
Que cuando aún no estás embarazada y tienes una vida «normal», te acribillan a preguntas a bocajarro:
«¿Y cuando vas a tener un hijo? Porque se te está pasando el arroz»
«Ya llevas tiempo con pareja… ¿y los niños?
Que hay marichochis que te sacan información con mucha más efectividad que el efebeí. Que si no hay confianza para preguntártelo directamente, tranquila que tienen unos recursos bajo la manga:
«Ui, hoy no me encuentro muy bien…»
«A ver si estarás embarazada…»
Una pregunta nada inocente que trae como cola un » por cierto, ¿y tú pa cuando?» que te lleva a sonreír con un «sí, algún día…» vaya a ser que digas que no te quieres reproducir y te arranquen con desaprobación tus trompas de falopio fértiles, o peor, que te lo pregunte una madre de las que llevan los ojos inyectados en sangre, las ojeras por los suelos y se arrastran por la acera como un zombie de walking dead, pero con un par te dice:
«Tú te lo pierdes, porque ser madre es lo mejor que hay».
Y te sonríen con la boca mellada porque su hijo le ha arrancado el piño de un cabezazo.
Porque cuando te acercas a los treinta todo son presiones y prisas para que tengas un cachorro y comas perdices. Que mola mil y te lo estás perdiendo, maifren.
Luego, cuando te quedas embarazada, el discurso va cambiando…
«Descansa ahora, que luego no vais a dormir nada y ya tal…»
«Pues si ahora estás mal, el último trimestre lo vas a flipar!»
Y las que te hablaban de «milagro de la vida» de repente se acuerdan de que quizá no molaba tanto y como ya estás metida en el ajo y no tienes tiempo de tirarte para atrás, se ponen sinceras a echar pestes de la maternidad.
HELLO, BICH! ¿No era lo mejor del mundo mundial?
Pues no, cuando te quedas embarazada la verdad se te va revelando en pequeñas dosis.
Y ya, cuando tienes a tu cachorra te das de narices con la realidad: LA VIDA NO ESTÁ PREPARADA PARA QUE TENGAS HIJOS. Y como la conciliación laboral no existe, son los abuelos y tus padres no están jubilados, tienes que hacer malabares para no perder tu parcela en el trabajo, intentando al mismo tiempo que tu cachorra no se sienta desatendida…
Y eso sin contar que la guardería es un zoo de cepas de virus que atacan a tu pequeño alfajor ya desde la calle, y que si la niña tiene unas décimas o ha pillado el ébola en sus instalaciones, es tu fucking business y te llaman para que la vayas a buscar inmediatly o te ponen la etiqueta de mala madre.
Y es en esos instantes, cuando tienes que hacer encaje de bolillos con tu príncipe azul porque la guardería te ha puesto una orden de alejamiento de 5 metros hasta que tu hija pase una prueba de don limpio, en el que SÓLO PUEDES CONTAR con tus amigas treintañeras que aún no han sentido la llamada de la maternidad, que son las únicas del planeta tierra que tienen TIEMPO DISPONIBLE PARA DESPERDICIAR ayudando a una madar (facar) sin tiempo y sin recursos como tú.
Así que marichochis del mundo, fortheloveofgod, dejadlas tranquilas.
A todas las que no han oído la llamada de la maternidad y tienen el gustasap en línea para ayudar a una MAMÍfera: OSQUIEROTÍAS
Besis. A lot of.