Apreciado diario,
Allí por el cuarto mes, cuando a una le sale la tripa abultada y la gente ya se atreve a preguntarte si estás embarazada o te has atracado de donuts, es cuando provocas que aquellos que han acertado tu estado de buena esperanza, se vengan arriba con las preguntas y te hagan un test psicológico cómo si fueras Belén Esteban en el polígrafo del Sálvame de Luxe.
Estas estarían más o menos en el top ten:
¿Era buscado?
Típica pregunta impertinente que genera un:
-Pues sí, estuvimos 4 meses dándole que te pego al tema hasta que por fin, una noche que entraron los mossos de esquadra en casa y sin previo aviso porque se habían equivocado de piso, parece que el óvulo fecundado se instaló en el útero y unos días después supimos que además de traumatizados, estábamos embarazados.
Y qué a va ser, ¿niño o niña? Porque tienes cara de niña…
Típica pregunta que en realidad te dice que últimamente estás un poco orco de mordor, vaya a ser por las ojeras de no dormir bien, los mareos, las orejas rojas debido a la urticaria que te han provocado las hormonas y el acné juvenil que intentas taparte con unas toneladas de maquillaje color «carne de veinteañera sin resaca».
¿Cómo se va a llamar?
Esta pregunta que en realidad hemos hecho todos alguna vez, genera dos tipos de reacción en la respuesta:
Aquellos que el nombre de Matilda les encanta y te dan su bendición; y los que te ponen la misma cara que si les dijeras que se llamará «cacadeperroconalmorrana».
¿Matilde? Muy de vieja, ¿no?
No, Matilde no, Matild-A con A…. A de AQUETEMETOCONLAMANOABIERTA…
¿Le vas a dar el pecho?
Aquí algunas hooligans defensoras de la leche materna, te hacen la pregunta de una manera que temes que en caso contrario te denuncien como «mala madre» y pidan que los servicios sociales reclamen la custodia de tu pequeño cachorro.
-Sí, lo voy a intentar, de hecho he empezado a ponerle unos cascos en la barriga con algunos tutoriales del youtube de «Cómo mamar sin que te revienten los pezones», pero si veo que no los pilla y hay dolor y desesperación, voy a ir a la farmacia ipsofacta y le voy a comprar palés de leche en polvo con vitaminas y hierro. Du yu nou?
No dicen nada, pero puedes intuir la desaprobación en sus gestos…
¿Habéis pensado ya a qué guardería irá?
– A una que al mirar feis-tu-feis a la maestra y sin pasteañear, me prometa que va a intentar devolverme a mi cachorro vivo y sano. Lo primero prevalecerá por encima de lo segundo.
¿Vas a clases premamá?
-No, de momento tengo una estrategia mejor: zamparme tostadas con kilos de mantequilla por las mañanas, para que la vaya almacenando y así pueda embadurnarse en el momento del parto.
Y por último, una que te hacen las obsesivas compulsivas de la educación infantil…
¿Con qué método vas a educarla?
– Pues mira, así a voz de pronto, la idea es que no muera de hambre, de sed y de caca hasta los dos años. Una vez haya aprendido a comunicarse, le preguntaremos si quiere ir a música, inglés, fútbol o danza y ya, sí hemos conseguido sobrevivir todos, la apuntaremos.
Sí maifrens, la maternidad se vuelve un estado en qué opina hasta el apuntador y en las que te regalan milquinientos consejos que no has pedido y que en el fondo, no quieres oír.
Aprovecha ahora que luego no dormirás.
Mira tus tetas por última vez, porque se van a convertir en ubres
El cuerpo nunca te queda igual que antes
No vas a tener ni cinco minutos para ti misma
Si ahora te encuentras mal, imagina el posparto
Afortunadamente, la naturaleza es sabia y existen las hormonas del embarazo para dar respuesta a todos esos amables consejos:
Holi, prefiero ir descubriendo por mi misma, y poco a poco, las miserias de la maternidad.
Besis.
P.D.: Si igualmente sientes la necesidad de dejarme un consejo, puedes hacerlo en el apartado de comentarios 😉
P.D. BIS: Hoy es el cumple de mi bestfrienforevaneva Silvia Bianchi, Bianchisú para las amiguis. Si la ves, o la encuentras por facebook,¡¡FELICÍTALA!! Porque Bianchi es de esas amigas que son mejores que las Petite Ecolier.
Y las Petite Ecolier, maifrens, son droga dura…
Em moro de riure… ploro pels passadissos, aix… quin gustet.
Totalment identificada. 🙂
Jajajajajaja i el que ens queda! 😉