Apreciado diario,
Hace un tiempo, when I was young y la vida como madre aún no había llamado a mi puerta, en mi tiempo libre tenía un pasatiempos favorito: Tirarme en el sofá a lo Stephen Hawking y hacerme la muerta mientras miraba Anatomía de Grey.
Un divertimento que compartía con el Dulce de Leche, mientras comíamos toneladas de chocolate.
OUYEAH DE GUT LAIF.
Pero ahora que me he lanzado a preservar la especie humana y de toda la biodiversidad en general, los minutos que tengo disponibles al día (que son tan pocos que se pueden contar con misissipis) los tengo que invertir en cosas provechosas de madre como poner a lavar la ropa vomitada-cadaga-meada, llevar a Chernóbil la papelera de los pañales o, lo que es peor…
UTILIZAR EL SACALECHES
Sí maifrens, lo que viene a ser: ORDEÑARME COMO UNA BECERRA.
Y es que la niña en breve empieza la guardería (momento de ojos empañados en lágrimas) y aunque yo tenía pensado dejarla con un bote de leche en polvo y un beso en la frente, vino la OMS, la pediatra y hasta la profesora, a decirme que la leche materna hasta los seis meses es de-best-in-de-guol y que le tenía que llevar unas bolsitas congeladas para que la señora de Murcia viva más que los Rolling Stones. Y yo, que quiero caerle bien a la señu para que tenga predilección por mi hija, puse a Dios por testigo que la niña empezaría la guarde con un par de tetrabricks aunque tuviera que obligar al rioplatense a coger un barreño y un taburete.
Y con un seis y un cuatro, le pedí a una amiga un sacaleches y me dispuse a pasar por uno de los momentos más humillantes de mi vida. Para los que no estéis familiarizados con el tema, el sacaleches es una máquina que tiene forma de embudo y que hace un vacío que te saca la leche y hasta los chicles que te tragaste en 1986. Eso sí, tardas más en sacarte un mísero chupito que en deshacerte de la celulitis. Que se ve que la niña va comiendo en cuenta gotas, como los hámsters, y tú de allí tienes que sacar 150 mililitros por toma.
Y entre que tardas una eternidad y que ya te coincide con la siguiente toma, te pasas el día con las tetas fuera y un embudo enganchado en una de ellas. Una imagen que tengo que borrar de la mente de mi príncipe azul para que vuelva a sentirse atraído por mi, que antes de la maternidad me ponía tapaojeras y hasta me hacía las ingles brasileñas.
Totallity que en mi casa hay menos glamour que una residencia de ancianos, porque entre los embudos, los biberones, las pastillas de desinfectar, las bolsas para congelar y las ollas para hervir las tetinas, en lugar de un hogar familiar parecemos una fabrica de metanfetaminas.
Por ello, aprovechando que estoy pasteurizando a la familia y que la semana que viene RuyRodrigo se hace un año más viejuno, decidimos probar de darle un bibe de mi leche a nuestro pequeño alfajor para asegurarnos que todo iba bien y que la semana que viene podríamos dejarla un par de horas, que nos dé para ir al cine y dejar que el rioplatense toque un poco de piel fláccida. Y ahí fue cuando nos dimos cuenta que, después de un pollo de dimensiones estratosféricas nivel qué-he-hecho-yo-para-merecer-esto, a la Señora de Murcia le gustaba menos el biberón que a mi las camisas con hombreras. Y que no había forma humana, ni extraterrestre, de que la niña abra la boca para ponerle la tetina dentro.
Y aunque al principio lo intentamos hasta metiéndome el biberón en el canalillo para que se pensara que me había salido una teta biónica, la niña dijo que nanai de la china. Que a ella le gusta más comer de mi pezón y tocar pellejo muerto. Y qué queréis que os diga, que por los días que nos quedan juntas prefiero verla contenta.
Así que he desistido de convertirme en la madre del año y he aceptado que la señu la va a poner en la lista negra cuando le toque darle su dosis de biberón con leche materna, muahahahaha, que yo ya he sobrepasado los brounis de la maternidad y este he decidido delegarlo. Y oye, yo siempre estuve en las listas negras de los profesores y tampoco he salido tan mal.
Besis.
P.D. Si la profesora de mi hija está leyendo esta entrada, lo siento tía I’M A SURVIVER.
Pero será sólo una toma, el resto será tetita, así que no pasa naaa. De todas formas, yo intentaría ponerle cada día el biberón (vacío aunque sea) un ratito a la hora de la toma de la guarde para q le resulte familiar cuando la lleves. A nosotros nos costó 20 días que cogiera el bibe…
Gracias guapa! Así lo haré a ver qué tal
Los sacaleches deberian de estar prohibidos por la ONU o la Convencion de Ginebra. Los bebes suelen aceptar mas los bibes si vienen de alguien sin tetas y que no huela a leche:), vease padre o abuelas, y sino estan los de Medela que se succionan como el pecho. Suerte! Y muchas felicidades por el blog. Muy bueno.
Gracias! Crucemos los dedos!
Epaaaaaaa acabo de descubrir tu blog!! Me parto!!! Jajajaja a mi me fue bien con el biberón Calma de la marca Medela, en teoría es especial para que no haya rechazo del pecho después y tal porque el bebé para tomar la leche de ese biberón tiene que hacerlo igual q si mamara, sino no le sale la leche. Suerte y sino que se las apañe la seño jejejeje.
Jajajaja al final es el que utilizo, el calma, parece que la seño va a tener suerte en esto aunque le esperan mil jugarretas… Muahahahaha