Apreciadas maifrens,
Desde que empezó el tercer trimestre de embarazo que mi cuerpo fofisano tenía ya ganas de volver a ser el de antes y empezó a hacer trabajo de parto con contracciones repentinas sin regularidad, ni un criterio ni medio, y con calambres en lo que viene siendo el berberecho que al andar más de dos calles me dejaban sentada en un portal para que se me pasaran. «Esto es que estás haciendo trabajo ya para el parto» me decían las entendidas en la materia mientras yo me quejaba como buena casi-parturienta. Así que convencida que paría antes de hora, cada día iba con toallas y unas tijeras en el bolso por si el asunto me pillaba en las puertas abiertas para encontrarle un cole a la benjamina (tema que dará para otro post).
Totally, que llegué a la semana 40 sintiendo descargas eléctricas donde una lady no tiene que sentir descargas eléctricas y temiendo que en este parto mi hija me volviera a salir por el culo, que mis cachorros son de confundirse (para más referencias sobre este tema, consultar mi anterior post: ENTRADA BLOG ‘Para las primerizas’)
Ese mismo día por la noche empecé a notar que las contracciones con un leve dolor menstrual se volvían un poco más antipáticas y más regulares y como siempre te aconsejan que con el segundo vayas al hospital rápido, que sale sólo como un alien, llamé a mi hermana para que se quedara con la Señora de Murcia y me fui al hospital cagando leches con el jasban, convencida que nuestra vida iba a cambiar para siempre.
Al llegar me recibió una comadrona mayor, de esas experimentadas, con cara de pocos amigos seguramente por haberla despertado. Me hizo un tacto sin ganas ni cariño de ningún tipo, que notando hasta los padrastros, me afirmó que estaba sólo de dos centímetros y me puso las correas para verificar si realmente tenía una niña del tamaño de un bulldog a punto de salirme por el gormiti o, por el contrario, tenía un pedo atravesado.
Totally, que decidieron que estaba en la segunda opción y con un «No estás de parto, esto son pródromos y seguramente se pare. Puedes estar hasta dos semanas así…» me mandaron a casa con un beso-y-una-flor-un-te-quiero-una-caricia-y-un-adiós recetándome para el dolor tomara un gelocatil si me dolía. GELOCATIL. G-E-L-O-C-A-T-I-L. Y como a veces somos mongos lerongos, por no montar un pollo asentimos y nos fuimos para casa con contracciones regulares cada 6 minutos.
La cosa por el camino pasó a ser de dolor nivel humor amarillo con un «aix, aix,aix» a pressing catch del estilo «Si esto no son contracciones de parto, quiero una cesárea…».
Llegamos a casa a las 4 aéme como dos losers, con contracciones y sin niña, y todo el mundo se fue a dormir menos yo, que las contracciones se estaban volviendo tortura de Guantánamo y no podía pegar ojo. Estuve tirada en el sofá tres horas intentando sobrellevar los calambres que me subían del gormiti a la barriga y que me dejaban tiesa, buscando por internet posturas en las que dolieran menos, hasta que se levantó mi hermana y me encontró llorando a moco tendido en el sofá porque no era capaz ni de despertar al dulce de leche para decirle que nos fuéramos al hospital.
Pero a ver, marichochi, ¿Cada cuanto tienes las contracciones?
Cada tres minutos…
Pues vete cagando leches!
El jasban fue a buscar el coche mientras yo me quejaba de una manera madura y responsable con un «qué puto dolor, si me envían a casa les rompo el chiringuito» y él me consolaba pidiendo que respirara y expirara que esta vez aunque tuviéramos que encadenarnos en la puerta, no nos íbamos.
Imaginaros mi careto al llegar, entre lloros, cara de cabreo y sufrimiento, que la misma comadrona antipática que me despachó en la visita anterior con un «no es tu día, gut nait y an gut luck» me miró la cara y sin hacerme aún tacto, me dijo «te quedas ingresada, estás de parto…» y ahí sí me volvió a meter el puño sin delicadeza (y clavando las uñacas) me dijo las maravillosas palabras: «Estás de 4 centímetros».
«Cuca, no te voy a poder atender yo que me voy en 10 minutos…» dijo pasando de Mr Hyde a Doctor Jekyll, a lo que yo, entre contracción y contracción, di gracias al mundo por esa información y me presentó a la matrona que se quedaría conmigo, un ángel caído del cielo que sólo llegar pidió la epidural para endrogarme lo más rápido que pudieran.
Y así fue como las drogas me hicieron un efecto casi inmediato y me tiré todo el trabajo de parto roncando a lo Mar Adentro, que la noche había sido very hard, hasta que me despertaron para decirme que estaba de diez centímetros y tenía que empujar.
¿¿¿¿YAAAA??? ¿No puede ser un croissan con un café con leche antes?
No pudo ser. Así que acabada de levantar y con las piernas aún adormecidas que podían ser mías o de la del paritorio de al lado, empujé con todas las fuerzas que la ausencia de croissanes mañaneros permite, y salió la Señora de Albacete sola, las ginecólogas sólo le dieron la vuelta un par de veces y ella se escurrió como una lady de mis bajos.
Me la pusieron encima con su pelo negro, sus ojos chinos, su micro cuerpo y una manicura de gel acabada de hacer y se enganchó a mi teta sólo aterrizar, ya que la pobre también esperaba los croissanes de chocolate que nos habían arrebatado.
¿Llevo muchos puntos?
Dije imaginando que como en mi primer parto ya podían aprovechar y hacerme una cremallera en los bajos.
No, un puntito de nada.
Y así fue como tuve EL PARTO PERFECTO.
GRACIAS A MI DULCE DE LECHE por el masaje berberechil que durante cuatro semanas me estuvo haciendo en los bajos, antes llamado MASAJE PERINEAL ahora llamado CINCUENTA SOMBRAS DE RUYRODRIGO y por acompañarme siempre y saber animarme en los malos momentos.
GRACIAS a Anais, mi ginecóloga, por ser tan cercana y tener tanta paciencia. Tuve suerte que la casualidad me hiciera coincidir con ella después de no verla desde el colegio.
GRACIAS a las ginecólogas y a la comadrona que me asistieron al parto, que lo convirtieron en un recuerdo increíble que me acompañará siempre.
OSQUIEROTíAS
Besis.
Olé ! Enhorabuena campeona. Me alegro de que todo saliera muy bien. 😘👏
Olé tu chocho y el masaje berberechil! 😂😂
Jajajajaja gracias maifren!!!
Enhorabuena! ¿Parto bricomanía?? fácil, sencillo y para toda la familia!!! Ole tu shosho!!
Ouyeah! Mi shosho está que no cabe de contento! 😉
Enhorabuena Mrs Layunta! Impaciente por leer sobre tu nueva etapa de moderoftu! aunque si escribes cada 6 meses todas lo entenderemos.
Jajajajajajajaja sisi, maifren esto es very compliqueit an very hard!