Para las primerizas

Apreciadas maifrens que vais a ser madres,

Ahí estáis, con una barriga a punto de explotar sin saber muy bien todo lo que está por venir y escuchando continuamente consejos que no habéis pedido. Sí amigas, sois el blanco de las que ya han pasado por el proceso y que disfrutan viendo vuestras caras de terror cuando os explican los pormenores de la maternidad. Y es que la maternidad es como hacer la mili en Ceuta, very strong a lot of, con historietas para contar forevernever.

Ahora estáis con el parto respirando en la nuca y sin saber muy bien cuáles son los síntomas que te avisarán que llega el gran día. «Cuando estés de parto lo sabrás» dicen los entendidos en la materia. En mi caso eso no fue así, fui de urgencias ochocientas cincuenta veces hasta que me dijeron que oficialmente estaba de parto.

«Cuando estés completamente dilatada lo sabrás, te darán ganas de empujar» dicen las que ya han sido madres. En mi caso no fue así, ya que cuando estaba de 10 centímetros se me acabó el efecto de la epidural y le dije a Ruy:

«Avisa a alguien, que la niña se ha equivocado de agujero y me está saliendo por el culo»

A lo que él me dijo, que por-el-amor-de-dios no podía decir eso, que mejor le explicará los síntomas.

«Pues la cosa es que noto como su cabeza… ME SALE POR EL CULO»

A lo que Ruy tuvo que traducirle a la ginecóloga y ella afirmó que me encontraba en el expulsivo.

«Cuando lo veas por primera vez, será amor a primera vista.» Dicen las otras madres y los anuncios que ves por la tele. Cuando por fin tuve a Matilda en mis brazos y Ruy me preguntó a quién creía que se parecería, le dije «a ET, pero la querremos igual».

«Aprovecha para dormir ahora, que cuando eres madre no volverás a dormir nunca más». La señora de Murcia durmió del tirón desde las 23h a las 7h aéme desde el mes hasta los cinco meses. Luego, cuando volví a trabajar y ella empezó la guardería, se desconfiguró y ahora no hay quién duerma más de 5 horas seguidas. Así que esto va como va.

«La cesárea tiene una recuperación más lenta que el parto vaginal» esto lo habré oído mil veces durante mi embarazo. Después de 33 horas de parto, una episotomía generosa, un dolor de culo que lo flipas, una almorrana, unos puntos infectados y una rehabilitación en el gormiti siete meses después para volver a ser la misma, debo decir que todo tiene sus pros y sus contras. Que a mi me quedó una contractura en el berberecho y me duró un tiempecito, maifrens.

«La lactancia es difícil y puedes hacer mastitis y grietas y se te pueden pudrir las tetas y caerse hasta los tobillos» dicen las que ya han pasado por ello. En mi caso, la única que se cumplió fue la última.

Gracias por este sueño.

Y es que tenéis por delante los momentos más intensos, maravillosos y duros que viviréis everenever. Así que no escuchéis a nadie,  que ya descubriréis lo que es ser madre por vosotras mismas. Y sabréis lo que hay que hacer siguiendo vuestro instinto, que a veces se equivoca, pero otras muchas acierta. Y lloraréis de pena/de alegría sin motivo aparente. Y viviréis esos primeros días sin poder sacar vuestra mirada del cachorro, aún en shock por el milagro que habéis hecho. Un cigoto con sus cinco dedos en las manos, sus cinco dedos en los pies y un pluggin gratis de bienvenida, con succión y lloro.

Sí, amigas, somos el Steve Jobs de la maternidad.

Y si has podido fabricar unas orejas mientras te zampabas un croissant de chocolate,

¿cómo no vas a saber ser un buena madre?

A todas las que están a punto de descubrir lo que significa «convertirse en madre», #OSQUIEROTÍAS. Y como madre que ha pasado su mili, ahí va mi gran consejo:

Disfrutad cada momento porque pasa volando.

Besis.