Tercer trimestre

Apreciados maifrens,

En mi útero ya no cabe ni un alfiler.

La señora de Albacete tiene un percentil Paquirrín y mi epidermis está tan tensa que a contraluz puedes hacer una eco 4D casera y hasta hablar con ella en mímica. FORDAJISUSCRAIST y aún me quedan 7 semanas… 7….

Admiración TOTALLY a esas mujeres que los embarazos les sientan bien y los disfrutan, de verdad, admiración y envidia (sana) a partes iguales.

Para mi estar embarazada es un fin para tener un pequeño terremoto que sacuda mi vida 180 grados y que pueda admirar mientras duerme en paz y armonía o cuando se despierta a las siete aéme y me pide «gayetaz de shuculata» atrezzada con una corona, como si viniera de after.

Yo disfruto más de la maternidad de forma extra corpórea, no sus voy a engañar. Que te vuelvan loca, que no tengas tiempo ni para un antiojeras, que te pases la tarde recogiendo juguetes que va dejando hasta en el inodoro o «la pizina» según la señora de Murcia… eso mil veces antes que sentir como las llamas te suben por el esófago, que se ve que su hermana, la Señora de Albacete, está cociendo a lo náufrago mis órganos vitales para alimentarse. GRACIAS POR ESTE SUEÑO.

Sufrir cada vez que estornudo porque mi suelo pelvico ha pedido una excedencia, despertarme cada tres horas para ir al baño, estar cansada nivel SUBIR EL KILIMANHARO sólo porque me he sacado los calcetines y no encontrar la posición ni para pequeños placeres como quedarse en coma en el sofá mientras mi príncipe azul se pasa toda la noche intentando que nuestra hija empiece a dormir en su cuna. Porque eso sí, ahora que estoy en modo BALLENATO mi dulce de leche ha vuelto a tener una vida decente. ZENKIU GOD

Y lo peor es que en el tercer trimestre se ha despertado una actualización madarfacar más, por si lo de la broma de las contracciones de Braxton Hicks o los dolores de regla fortuitos a la noche no fueran suficiente, haciendo su aparición estelar el

…redoble de tambores…

EL SÍNDROME DE LAS PIERNAS INQUIETAS

Que a las que no lo han vivido puede sonarles a broma, pero que las marichochis que lo hemos sufrido sabemos que es tortura nivel guantánamo de tu sistema nervioso. Una dolencia difícil de explicar que me ataca por la noche, generalmente cuando estamos viendo una de esas series que si te pierdes un diálogo no entiendes ni los créditos, con el jasban sitiado en un rincón del sofá mientras yo tengo la cabeza encima de sus piernas y mi cuerpo fofisano y el del cigoto desparramado en dirección contraria. Lo que sería un MOMENTO ZEN. ¿Qué en qué consiste esta dolencia? Pues es difícil de explicar, así que mejor os describo una noche cualquiera en el seno de un vertedero del Toy’s’r’us también llamado ‘mi hogar’:

CEREBRO MARICHOCHIL

Cosquilleo en la rodilla.  Movimiento pierna reflejo para calmar. Fuck, no se calma. El cosquilleo en la rodilla sigue. Movimiento pierna, again, para intentar que pare. El cosquilleo en la rodilla va in creixendo. Das unas patadas al aire con un ME CAGO EN TÓ LO QUE SE MENEA…  ¡¡WAIT.!!.. la otra rodilla se suma a la party con el maldito cosquilleo. Contrataque: MOVIMIENTO BICICLETA con patadas en el aire mientras las hormonas sueltan bullshit del estilo «jod**, la put** pierna me tiene hasta los coj**». Tu jasban te mira en plan ¿SERIUSLY? La imagen desde fuera sería un poco laik dis:

Tu cerebro te da nuevas instrucciones » necesitamos movimiento pierna INTENSIDAD FORTE». Tus extremidades superiores están en «muerte súbita» pero aún así haces la croqueta como puedes para bajarte del sofá y empiezas a caminar por la casa. No es suficiente. Tus piernas necesitan chicha de la buena. Sólo tienes dos opciones: o marcarte una coreografía mezcla entre Coyote Dax y reggaeton en bucle en el salón, cosa que a las once de la noche no es una opción, o ir a la cama e intentar pensar en otra cosa mientras el baile de claqué ficticio que están marcándose tus extremidades te hacen quedarte dormida.

Y todo eso sin contar las toneladas de peso que debo llevar ganadas…

SIETE SEMANAS.

S-I-E-T-E   S-E-M-A-N-A-S