Apreciados maifrens,
La semana pasada hice novillos y no publiqué mi entrada. Yes ainnou, un desastre. Los que me seguís en instagram ya lo sabréis por mi cara de Macaulay Culkin con resaca
Y es que sí, llevo dos semanas de rodríguez.
CRAYING FOR ME ARGENTINA.
Estoy más explotada que una costurera de Bangladesh y no he tenido tiempo ni para escribir. Lo mío ya es de un nivel tan advance que ayer unos adolescentes me dejaron sentar en el autobús y me llamaron «señora». A mi, que aún padezco de acné juvenil. VERY SAD a lot of. Pero es que cuando a una le despierta una milkalcohólica a las 6.15 de la mañana con las pupilas dilatadas suplicando el bibe matinal, que para los no padres es como heroína para los cachorros, eso te da mala vida nivel subir el kilimanharo con chancletas.
Y ala, le pongo un completo de bibe + peppa pig mientras yo voy a esnifar un poco de café que me ayude a preparar el kit matinal: mochila + tupper + encontrar ropa limpia + preparar ropa de la sra de murcia + plantarme una capa de nesquik en las ojeras y rociarme kilos de laca en el pelo (craying también por la capa de ozono) para disimular las raíces y la ausencia de rutina capilar.
Y la niña me dice «caca» señalándose el culo mientras voy a cámara rápida recogiéndolo todo, por si en mi ausencia tuviera un allanamiento de morada y pensaran que somos unos guarros.
Salgo de casa a lo fast-an-furius derrapando el cochecito y llego a la guardería sudada, con mis ojeras de nesquik cayendo a chorretones y la niña con el pelo troll de la velocidad .
¿Traes la bata?
¿Bata? ¿Qué bata?
Digo visualizando el trozo de ropa húmedo dentro del tambor de la lavadora.
Craying también por mi lavadora que lleva cuatro días lavando las mismas cosas.
Totally, que la Sra de murcia indignada mira a la profesora y le dice «caca» señalándose el culo.
¿Te has hecho caca?
Dice ella dulcemente acercándose para olerle el culo, momento que aprovecho para tirar una bomba de humo y así esfumarme escaleras abajo antes de que vean que el pastel lleva un rato solidificado. Craying también por el culo de la Señora de Murcia.
Me salto tres semáforos y derrapo en dos pasos de peatones hasta llegar al trabajo.
«Buenos días» dice alguien. Sonrío forzadamente, reprimiendo mi ganas de apuntar a su mesa con un bazoka.
El día pasa con mi cuerpo empotrado la silla, que podría ser mío o de la vecina del quinto, y mi cabeza en muerte cerebral. Voy a dos reuniones con cara de «no parlo spagnolo» por si se les ocurre preguntarme.
Tecleo en el ordenador hasta que llega la hora de ir a buscar a mi cachorro.
Vuelvo a saltarme dos semáforos y a derrapar en dos pasos de peatones.
Entro en su clase a lo Richard Gere en ‘Oficial y caballero’. Ella se tira a mis brazos como si no nos viéramos en dos semanas. Yo disfruto con el calorcito de su abrazo y con un seis-y-un-cuatro le hago una llave judoca para meterla en el cochecito. Ella llora. Yo lloro. Y le vamos rompiendo los chakras a todos los viandantes.
Llegamos a casa y merendamos algo nutritivo, la sra de murcia unas galletas de dinosaurio y yo un bote de nocilla. Vemos los mismos capítulos de Pepa Pigg que ayer, por si hubiera algún detalle que se nos ha escapado, y en otro truco del almendruco le ofrezco mi iPhone para sacarle la ropa sin que se de cuenta. La meto en la bañera. Ella llora. Yo lloro. De repente cae en la cuenta de lo divertido que es comer jabón. Mientras, chequeo instagram.
La saco del agua cuando la piel se le pone nivel Benjamin Button y no queda ya jabón para degustar.
Ella llora. Yo lloro. Le doy de cenar. No quiere. Le hago el avión. No quiere. Me como yo los trozos para demostrarle que no tienen cianuro. No quiere. Le doy un bibe. Touché.
Se rasca los ojos. BINGO! Son las ocho y media y ya tiene sueño. La pongo a dormir en la cama, pensando la entrada que escribiré cuando se quede inconsciente, hasta que… me desvelo a las seis de la mañana, vestida encima de la cama con la sra de murcia hecha un ovillo a mi lado. Malditasea me he quedado dormida. AGAIN. Craying también por mis cervicales.
Salgo sin hacer ruido de la cama para prepararme un café en soledad y chequear en mi móvil todo lo que ha acontecido en mi ausencia nocturna. Si los cálculos no me fallan tengo una hora para mi. Pero las matemáticas nunca se me dieron bien y al segundo sorbo..
Oigo a la mikalcohólica llorar.
Gracias por este sueño.
Verifanalotof cuando lo ves escrito!
Me he reído mucho!
jajaja cuando lo ves escrito dices… «vale, parece que ya es oficial: estoy como un cencerro»
Jajaja y cry a lot of. Me he sentido identificada!! Que lástima de vidas!! Ja ja
JAJAJA cómo me he reído! Aquí otra que piensa en meter a la peque en cama y se queda sobada!
Bs
Ingrid
http://www.ingridhughes.es
🤣🤣🤣🤣🤣