Apreciado diario,
Cuando todo era campo y la palabra mastitis no entraba en mi vocabulario, fui un Angel de Victoria Secret.
Y no lo digo yo, lo dice mi ropa de verano que cuando la he sacado de la caja dónde estaba guardada para hacer el cambio de armario, me he dado cuenta que si me pongo las camisetas talla S que llevaba, o le corto la circulación a al Señora de Murcia con las lycras o, si es un poco ancha, me queda un estilo crop top que llevo a mi hija a la intemperie marcando línea de alba y enseñando las amarraderas laterales que me ha regalado la maternidad.
Que eso de que cuando estás embarazada tienes el guapo subido es una mentira, y de las gordas, que con la retención de líquidos, las ojeras de no dormir, los andares a lo Duquesa de Alba y los 10 kilos de más que llevas entre pecho y espalda, pierdes tu forma humana y mutas en camionero, sin maquillaje, con el pelo crepado y la ropa de tu príncipe azul.
Así que sin mucho material para pasar el verano, el otro día intenté poner un poco de gracia al asunto y decidí ir de shoppings a intentar recuperar mi yo anterior y a subirme la autoestima, vaya a ser que cuando me conozca el cachorro me rechace y se entregue directamente a los servicios sociales. Yo, que estabas dispuesta a sacrificarme con la lactancia.
Y por ello te armas de valor y vas en busca de ropa premamá, que es como la ropa de las marujas de los noventa, pero con más hombreras y lentejuelas. Que se ve que si estás embarazada no tienes ningún derecho a sentirte guapa, ni a dejar que los demás te vean mona por seguridad nacional. Que un día se reunieron el FBI y la CIA con Amancio Ortega para prohibir que la ropa premamá pudiera ser trendy bajo amenaza de superpoblación del planeta. Que no hay que ser muy lista para darse cuenta. Que si se pone de moda, con tantos cachorros en el mundo, acabamos con los recursos naturales y se caga la perra.
En fin, a lo que íbamos, que eliges un par de vestidos que te quepa la señora de murcia que llevas enganchada a los michelines, y te vas al probador llena de esperanzas e ilusión.
CRASO ERROR.
La luz del cuartucho te delata ante el espejo que no sólo pareces la hermana gemela de ARAMIS FUSTER, si no que, además, tus piernas han desaparecido y ahora tu medio de transporte se ha convertido en dos butifarras llenas de celulitis.
Y además tienes papada y bigotes. Porque la luz de los probadores dice más verdades en ocho nanosegundos, que un polígrafo de la gestapo. Y tú, que sólo querías saber si con un par de vestidos de lycra podías salir a la calle sin que los niños te señalen y te llamen señora, que el bulling infantil es muy malo, has descubierto que eres un orco de mordor con menos posibilidades que Ramoncín.
La verdad te ha sido revelada y tienes que tomar cartas en el asunto…
Y es ahí cuando renuncias a seguir teniendo un aspecto decente y te vas directa a la sección de caza del Decathlon para comprarte varios uniformes talla XL de camuflaje, que lo mejor es mantenerse en la sombra hasta que el parto y la lactancia te devuelvan una parte de lo que fuiste.
Y rezas a los Dioses del fitness y de la comida detox, que te acompañen en el camino de recuperación para que algún día vuelvas a tener aquello que en una ovulación te arrebataron:
TU CUERPO
Besis.
Seguro que estas preciosa!!! No será para tanto!
Ay!! pero no te tires tan abajo! seguro aunque te veas regordeta y deforme estaras regalando vida por cada rollito! porque eso es lo que tienes una hermosa vida!!! a pesar del cansancio de ser camello o canguro, seguis siendo hermosa, pero MAMA!. beso
Bien dicho. La presión social es tanta y se supone que una estando embarazada está en la plenitud de su vida y esa belleza única que emanan las mujeres con cachorros en su viente. Encima tenemos que poner buena cara como si nos creyéramos estos mandatos. En cuanto a recuperar aquello que en una ovulación «nos arrebataron» hay dos noticias: la buena es que se puede volver, con tiempo y paciencia, a recuperar parte de aquello que una vez una fue (nunca se vuelve a ser la misma) y la otra es que nosotras nos arrebatamos junto con el otro 😉 Lindas palabras y sensaciones femeninas, me gustó mucho.
Bravo por tu vis cómica y verborrea hilarante. Me lo haces pasar bien cada viernes. Besos y ánimos.
Yo te aconsejo la ropa de camuflaje, ya pasará!!!
No te creas que eso termina en el parto. Después vas a estar unos cuantos meses como si estuvieras de 5 o 6 meses. Yo esperé con ansiedad el parto para poder quemar toda la ropa premamá y 5 meses después sigo necesitando ropa «especial».
Oh mai got!!! Esto es interminable! 😉