Apreciado diario,
Después de lo de Urdangarín, del Palau de la Música, las tarjetas black, la Operación Púnica, los papeles de Bárcenas, y un largo etcétera, creo que hablo en nombre de todos los españoles cuando digo:
A ver marichochos, ¿los políticos de este país no ven House of Cards?
Que mientras allí hacen castillos de naipes con la política aquí jugamos al chinchón, FORTHELOVEOFGOD!
Un poco de savoir faire con la corruptela y de aprender de esta serie, cojones, que es la biblia de la corrupción, el sexo y el lujo. ¿Qué te hacen una jugarreta y no te dan el puesto de secretario que te habían prometido? Pues tramas un complejo plan (en el que hay drogas y prostitutas de lujo a porrillo) y haces que les rebote y explote en la cara a todos aquellos que te han traicionado, y ya de paso, te haces con el liderazgo del partido. Porque TÚ MOLAS. Y los que molan tienes seguidores que lo ayudan.
Y es que de manera elegante todo sale bien. Porque aunque sea mentira, si tienes un traje de marca y respuestas para todas las preguntas, lo conviertes en verdad. Al menos aquí en España donde nadie comprueba nada.
Que mientras en ‘House of Cards’ Frank Underwood hace un speech a cámara sin mirar un sólo papel y convence a los espectadores de como conseguirá su propósito, aquí tenemos un presidente que no sólo lee hasta el FIN DE LA CITA, además si pilla el ébola y dice «toxoplasmosis» condena a la humanidad a muerte.
Que poco gleimur, la verdad…
Hasta el de ‘House of Cards’ tiene a una MILF, que había sido la princesa prometida, que lo respalda. Rajoy, en cambio, tiene como soporte un ewook con peluca llamado Soraya Saénz de Santamaría.
Ellos tienen espías musculados que seducen a las asesoras de los partidos para sacar información importante, nosotros, en cambio, tenemos un niñato con papada que dice… redoble de tambores…
¿CHARLI? ¿¿Hola??
¿No podría haber elegido 007? ¿O Nicolás Bourne?
Pues parece que no. Un charlie de 20 años relacionado con el círculo político que en lugar de preparar reuniones clandestinas o fiestas con drogas, whisky y el glamour de Wall Street, utiliza las siestacas que se metían en su sofá como chantaje.
WHAT??? JISCRAIST! Si puedo escuchar los ronquidos desde aquí…
Y por no hablar de las fiestas locas de la corrupción, que se parecen más a las de navidad de mi familia cuando mi tío abuelo ha bebido dos copas de más y me persigue con la dentadura postiza en la mano, que a un evento de lujo y desenfreno. Y si no mira cómo acabó Enrique Ortiz en las fiestas que celebrara para la alcaldesa de Alicante
A ver, como te lo diría sin herir sentimientos…
Hola Enrique, se te caen las tetillas y se vislumbra que tienes un mini cacahuete. Besis.
VERY SAD. A LOT OF.
Es que somos principiantes hasta con los gastos de las tarjetas black dónde Rodrigo Rato, el capo de Bankia, se gastó 3.500 euros en alcohol y 2.439 euros en reliquias religiosas. R-E-L-I-Q-U-I-A-S R-E-L-I-G-I-O-S-A-S, ¡¡Esas que se ponen las abuelas encima de la tele con un tapete!!!
Sí, afirmativo… con mucho pesar debo decir que ha llegado la hora de asumir que somos unos cutres.
Así que para acabar este post, sólo quiero apuntar una frase que dedico a todos los corruptos de poca monta que tiene este país y que dejan la marca España por los suelos:
Manolete, Manolete, si no sabes torear pá que te metes…
Pues eso.
Besis.
Diario de una MAMIfera 
