Enfermero a medida

Apreciado RuyRodrigo,

Esta mañana he acudido a trabajar con los ojos inyectados en sangre, la nariz moqueante y una sensación en el cuello parecida a si te tragaras una cuchilla de afeitar.

Mis compañeros, al verme como un perrito apaleado y espachurrado encima de la mesa de mi escritorio, han sido invadidos por la ternura y me han invitado a volver al catre con efectos de carácter inmediato.

Así que para no contradecirlos me he ido hasta nuestro domicilio a dejar caer mi peso inerte en el sofá mientras, para distraer un poco mi fallo multiorgánico, veía anatomía de Grey.

No ha sido hasta que me encontraba expulsando mi último aliento, que me he caído en la cuenta que faltaba un factor decisivo en mi momento “dramatismo”.

Un pequeño detalle que no dejaba que mi día de “pobrecita-de-mí” fructificara con éxito..

…Me faltaba….

(MUSICA DE SUSPENSE)

Un dulcedeleche que atendiera mis súplicas de eutanasia con un “Tranquila, te recuperarás”, un rioplatense que en mi último aliento me dijera “¿Voy al paki a comprarte chocolate?” y que atendiera a mis llantos con una sonrisa tierna que dejara vislumbrar un diente roto a lo gamberro.

Sí, os echaba de menos a tí y a tu maldito tupé.

Pero afortunadamente para mí, de pequeña tuve grandes profesores en el arte de las manualidades:

Y con una bolsa del Mercadona y papel de plata lo he solucionado…

Bueno, te dejo que a RuyRodrigo2.0  le apetece ver Dirty Dancing…

Un beso!

P.D. ¿Algún ingeniero que me ayude con el tema «bajar al paki»?