Apreciado diario:
Esta mañana me he levantado a las diez cero cero de forma pacífica y sin demasiados altercados.
RuyRodrigo seguía inconsciente en la cama mientras yo plasmaba mis huellas digitales en mi ordenador hachepé Gé62.
Una vez el argentino ha empezado a emitir intermitentemente sonidos roncos a altos decibelios, he decidido unilateralmente y como único portavoz consciente de nuestra relación sentimental, despertarlo al grito “Qué-vas-a-llegar-taaaardeeeee”.
Una broma que los veteranos del INEM hacemos a los novatos, con gracia para todos los que estábamos en la habitación principal (osea una servidora) y antipatía para el rioplatense que se ha levantado al son de mis grititos con cara dormida y en una pose atlética que denotaba su elasticidad y flexibilidad a pesar de sus treinta y muchos.
Una vez las tensiones de nuestro hogar se han disipado y hemos desayunado las cuatro cosas que aún no habían caducado de la nevera, nos hemos activado para hacer las rutinas que tenemos cuando los dos conyugues estamos afiliados al INEM.
1- PROVISIONARNOS DE LOS INGREDIENTES NECESARIOS PARA VER LAS NOTÍCIAS
2- ENVOLVER A RUYRODRIGO EN PLÁSTICO DE BURBUJAS.
Debido a los recortes sanitarios de Rajoy, privando de sanidad gratuita a los foráneos, antes de salir de casa envuelvo al responsable de mis suspiros para prevenirlo de los daños externos.
3- USAR LA RUTA ALTERNATIVA PARA NO PASAR POR DELANTE DEL BANCO:
4- IMPREGNARNOS DE PROGRAMAS DE TELEVISIÓN QUE HAGAN SENTIR QUE NUESTRA VIDA NO ESTÁ TAN MAL:
Estando a principio de la mañana, y preparándonos para disfrutar de la inactividad laboral que padecemos, entre la angustia y la ansiedad nos despedimos de nuestra crónica de hoy.
Atentamente:
Siempre tuya:
Hola, Ali. Ayer ví a tu hermana y te confundió con ella. (Sí, ella misma se confundió contigo, que tiene huevos el asunto) ah y me llamó tres veces mariccong. Por cierto, si algo me sobra es plástico burbuja. Y paracetamol.
Ambipur!!!! Verás tenemos la genética y el adene partido en dos, y esto no causa algunos drops cerebrales del estilo «¿Eres tu? ¿O soy yo?» y abusar de la palabra «maricong».
Por cierto, puede que te pida un rollito de uno de burbujas, que el argentino tiene mucho tupé y es difícil de tapar.
Besos, maricong!