HUMOR

Cuestión de perspectiva

Apreciados maifrens,

Ir a la playa con dos retoños es como ir a Vietnam con una pistola de agua, una BAD IDEA de la que saldrás mal, muy mal, pero cuando eres madre el riego sanguíneo no llega igual al cerebro, así que all hacer planes sólo te imaginas a tu cachorra 1 saltando olas en la orilla con una sonrisa en la cara y a la cachorra 2 durmiendo una agradable siesta bajo una sombrilla SPF50 que por no pasar, no pasa ni el oxigeno y le dices a tu príncipe azul «¿y si hoy vamos a la playa?» y él, que sus neuronas están reservadas para el mundial de Rusia, te dice  «vale» con un entusiasmo que pagará más caro que una hipoteca en plena subida del euribor.

sonrisa

Y con esa inconsciencia que te da el no dormir las noches del tirón nos fuimos los 4 a una playa un poco lejana, vaya a ser que nos facilitemos las cosas, con una niña que quería escuchar en bucle el cuento de los tres cerditos en spotify y otra que a diferencia de todos los bebés del mundo, en el coche se queja como si la sillita llevara pinchos de faquir. Y yo en medio, intentando consolar a la de Albacete haciendo trucos de contorsionista del Circo del Sol para darle el pecho sin sacarla de su butaca, mientras la de Murcia reclamaba atención con «mamaaaa» «mamaaaa» tirando escupitajos que caían al suelo para asegurarse mis atenciones hacia su persona, aunque fueran con los ojos fuera de las órbitas y sacando humo por las fosas nasales.

Y todo esto mientras mi jasban se perdía en google maps, «porque la app se ha desconfigurado» vaya a ser que reconozca que no ve tres en un burro y que se ha saltado tres salidas de autopistas y dos rotondas.

glasses

Y así, todos con el me-cago-en-lo-que-se-menea interior, salimos del coche en silencio escuchando la brisa del mar cargados como si buscáramos cobre, arrastrándonos por la arena hasta llegar a la zona cero dónde establecer el campamento militar que consistía en una tienda de campaña para niños de Quechua tamaño airbnb, un parasol UPF50 por el que no pasa ni un rayo solar, ni una brizna de aire, ochenta y tres toallas para dormir, secar vómitos,  poner debajo, tapar a lo sábana, para cuando salga del agua, para cuando nos vayamos… una mochila con un tupper de fruta para disimular delante de otros padres que no se comería nadie y unas bolsas de patatas que tenían los minutos contados, además de la mochila outfits para cambiar a las niñas, toallitas, pañales de dos tamaños, crema solar, crema del culo, crema de la piel atópica, etc.

Y ocupando dos hectáreas para nosotros, que es lo bueno del horario infantil en la playa, y estando las niñas por fin preparadas, llegó mi turno de quedarme en biquini cosa que provocó un eclipse solar por rebotar la luz en mi cuerpo color poliespan. OHMAIGAT, estaba tan blanca que si estuviéramos en california ‘Mich Bucana’ vendría rápidamente a tomarme el pulso para asegurarse que estoy viva.

baywatch

Aunque mi palidez nivel defunción eran minduncias comparado con las miserias del postparto, que suerte que una ha elaborado un truco para sentirse mejor en este tipo de situaciones que consiste en aprovechar que la vida te ha puesto la vista en plano subjetivo para no mirar nunca para abajo e imaginarte como un eingel de victoria sicret, para que después digan que la naturaleza no es sabia. Aunque eso sí, tiene sus fallos, y es que mientras tu te imaginas como Giselle Bundchen corriendo detrás de tu pequeña suicida y saltando las olas mientras os rebozáis riendo por la arena, los guiris de al lado y lo que es peor, tu jasban, ven a una mujer con la epidermis de una anciana, con un culo que se ha comido las bragas del biquini a punto de desfallecer detrás de su hija mientras una ola la engulle haciendo la croqueta llenándola de arena hasta el gormiti, y su hija, lejos de sonreír, está cabreada porque «la mama, m’ha tirat» que se ve que en plena voltereta, mientras dejabas ver la falta de depilación inguinal con las piernas fuera del agua y luchando para darte la vuelta y volver a respirar por la nariz, le has dado con una pierna fofa a tu pequeño alfajor tirándola directamente a la orilla.

playa

Un desastre que pude solventar haciendo ochenta castillos de arena mientras ella iba detrás pisándolos, que en mi casa los juegos infantiles no duran más de 5 minutos, jincándose una bolsa de «Patataz fritaz» por el camino y diciendo «máz, maz, aquí…» como si estuviéramos en la época feudal y ese fuera mi castigo. Y mientras yo me quedaba sin aliento de tanta construcción arquitectónica de pacotilla que ríete tú de Calatraba, veía de reojo al dulce de leche que trataba de calmar las ganas de vermouth de la de Albacete haciendo caso de mis consejos y visualizándose él como Ryan Gosling acunando a su bebé con gigantismo, que Olivia tiene percentil NBA, mientras los guiris de al lado veían a un hombre con barba de náufrago, moreno paleta nivel llevo una camiseta blanca-pálido-amarilla incrustada en la piel, ojeras de Courtney Love, un vómito en la espalda que su hija zampabollis le había regalado y un pañal hinchado a lo flotador, que amenazaba a cagarro a presión por la espalda.

OMGAT

Y ya, cuando les habíamos regalado imágenes que se le quedarían grabadas para siempre en las retinas y en sus ganas de reproducirse, que somos métodos anticonceptivos con patas, decidimos que ya teníamos suficiente arena incrustada en todos los orificios, deshicimos campamento volviendo a lo cobrador de cobre al coche y a poner cuentos de los tres cerditos a toda leche mientras me dejaba tres vértebras para darle un tetazo a la de Albacete y dejarla dormida.

Una mañana para nosotros que recordaríamos bonita y familiar en nuestro plano subjetivo, pero que el sistema reproductivo de los guiris recordarían con un flashback en plano detalle cuando alguien les preguntara » Y vosotros, ¿para cuando los hijos?»

no

Besis.

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6 comentarios en “Cuestión de perspectiva”

  1. M’he sentit molt identificaada en tot el que expliques! Però el que m’ha tocat el cor és que la teva filla plori a la cadireta del cotxe, pq el meub2n fill, q ara té 4 mesos, tb ho fa i em sento molt sola explicant-ho pels «puestus». Tothom em diu:» Què dius?? Si a tots els bebès els encanta el cotxe!!» #putabida q ens han tocat els dos que no. Però mira q m’ha servit per sentir-me més unida a tu #sororitatanticadiretesdecotxe

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