Viernes

Apreciado diario:

Cuando una está en pareja siempre necesita esos espacios para disfrutar de un tiempo en soledad.

Antes, cuando todo era campo y RuyRodrigo trabajaba, aprovechaba los momentos de su ausencia laboral para sintonizar Divinity mientras me hacía la pedicura con su caja de herramientas

Pero habiendo cambiado los tiempos y compartiendo por ello muchas horas en nuestro nido de amor, hace un par de meses que decidí aprovechar la mañana del primer día de cada mes para disfrutarla en soledad.

Siendo el rioplantese persona sensible por naturaleza, y para no crear debates sobre distanciamientos parejiles,  ese día actúo invadida por el sigilo y la discreción para que el argentino no se despierte, hasta que doy con mi objetivo…

Una vez me he asegurado que mi príncipe azul está semi-inconsciente, ya puedo poner mi música sensiblera a altos decibelios, y relajarme con un café desnatado en una mano y un ejemplar de la biblia femenina en la otra…

Encontrándome por ello en el éxtasis de una de mis mañanas ojeando la revista GLAMOUR y disfrutando de la Nespreso, di con un artículo muy interesante sobre el “AHORRO EN TIEMPOS DE CRISIS”.

La idea era reducir los gastos fijos “menos prescindibles” de cada mes para poder hacer crecer los ahorros, como por ejemplo LA CUOTA DE LA MÚTUA.

Miré mi carnet de sanitas con tristeza, y decidí poner en práctica los sabios consejos no sin antes, como despedida, aprovechar la última semana para pedir hora a todos los especialistas que salían en el catálogo.

RuyRodrigo, algo adormecido por el efecto de las drogas, aceptó a regañadientes ir en calidad de perchero humano.

PRIMERO FUE LA VISITA CON EL TRAUMATÓLOGO

Aunque llegamos a primera hora de la mañana, los pasillos de la consulta ya habían sido invadidos por miles de ancianos.

Así que dejando a mi dulce de leche en la sala de espera

Me adentré en la consulta del facultativo, que después de explorar mi protuberancia genética hizo su diagnóstico final

CON LA SEGUNDA VISITA, LA DE LA GINECÓLOGA, NO TUVE MÁS SUERTE…

Después de desnudarme y quedarme con mis carnes trémulas postradas en la fría silla de torturas, con las vergüenzas al aire a punto de coger una pulmonía, mi tocóloga sentenció:

– tienes el útero pa’trás.

Quedándome en shock por sus últimas palabras solo pude llegar a vocalizar…

-No, tranquila, es algo genético. Te dolerá un pelín más cuando tengas hijos.

Y mientras yo decidía ponerle un candado de alta seguridad a mis ovarios fértiles, en una sala de espera no muy lejos de allí mi dulce de leche descansaba ajeno a mis deformaciones hereditarias…

D

ESPUÉS DE RECORRERME MILES DE ESPECIALISTAS, LLEGO EL TURNO DEL OTORRINOLARINGÓLOGO.

Cansada ya de la peregrinación hospitalaria, cuando oí mi nombre en el altavoz entré en la consulta de un portazo pudiéndose ver mi útero totalmente enfurruñado.

No fue hasta que me dijo:

-Bueno, ya me dirás que es lo que te pasa.

Que no me percaté que había ido a parar a “Urgencias” y el médico que me atendía era George Clooney.

Con risa nerviosa e intentando explicarle mis problemas otorrinolaringológicos mientras sacaba canalillo, George sacó un aparato poco sexy y seductor y me explicó que era una camarita que había que introducir en las fosas nasales…

En tres nanosegundos me teletransporté cagando leches fuera de la consulta, dejando a Clooney y su enorme aparato muy lejos de mí.

Fui en búsqueda del rioplatense, y tuve que convencerle para irnos ya que le había cogido el gusto a su nuevo modo de vida…

No fue hasta más tarde que comprendí que es mejor VIVIR EN LA IGNORANCIA, QUE SABER QUE TU HERENCIA GENÉTICA ES COMO LA DE LA DUQUESA DE ALBA.

Atentamente: