Señores que escriben artículos infantiles sobre cómo educar a nuestros hijos, FORDAYISUSCRAIST pónganse de acuerdo.
Entiendan que soy una madre trabajadora que no dispone de muchas horas para ponerse al día, que rasco diez minutos en el baño mientras estoy en mi momento olbran para leer algún artículo en diagonal, justo antes de que mi cachorra se de cuenta que hay un miembro de la familia ausente y pique la puerta como un agente de la interpol.
Y es que es mentira que cuando te conviertes en madre, después de unas largas horas dilatando, se te actualiza el sistema iOS cerebral y se te baja una app con un sexto sentido de «saber lo que hay que hacer en cada ocasión». BULLSHIT TOTALLY. Lo que pasa en realidad es que te desaparece la huella dactilar de lo que utilizas el smarthpone para aclarar dudas: que si whatsapp a tu madre, a alguna amiga que también se ha reproducido, al google, a la wikipedia, a ‘Mi bebé y yo’y, si tocas fondo, al foro de Yahoo Respuestas.
El manual de instrucciones no se nos ha descargado en el sistema operativo y seguimos siendo marichochos con un objetivo claro:
HACER QUE EL CACHORRO SOBREVIVA
Tu virginidad en la nueva etapa y el miedo a lo que representa la palabra MADRE, que es un peso a lot of heavy en los hombros, te lleva buscar información de todo lo que puedes hacer para que tu hijo sea el próximo presidente de la ONU: artículos de crianza, vídeos de conferencias de gurús entendidos sobre el tema, encontrar a tu pediatra en facebook y saturarlo a spam, etc.
Con la mala suerte que la gente NO SE PONE DE ACUERDO en el manual de instrucciones a seguir y hay quién dice que lo dejes llorar hasta quedarse afónico, el que dice que ni una lágrima más, otro que lo mejor es dormirlo con una una llave judoca y los que sentencian que si el niño está despierto es porque tiene un aura que necesita brillar en la oscuridad. Y es en ese momento cuando tú tienes que hacer un doctorado sobre el tema, sacar conclusiones propias, tirar de la opinión de otras madres con experiencia en el asunto y llevar a cabo un plan personalizado con un poco de aquí y un poco de allá.
Pero no pasa nada, tienes la baja maternal y tiempo para informarte.
La necesidad de información en lugar de ir a menos va a más. Que si gluten sí-gluten no, vacunas sí o vacunas no, andador sí o andador no, que si Pepa Pig sí, que si Pepa Pig no. Que si los límites los ponen ellos, nosotros o los vecinos del quinto. Que si decir que lo hace bien y lo hace mal lo va a convertir en una tronista de mujeres hombres y viceversa. Que si dejar que se aburran los convierte en genios, que si es mejor estimularlos o enseñarles a bailar twerking…
FORTHELOFOFGOD, no se yo las demás madres pero a mi me faltan horas al día para estudiarlo. Y es que no sólo es la teoría como por ejemplo la que dice «sobretodo cuando lo riñas no lo hagas enfadada, hazlo con paciencia», que eso es muy bonito y cuqui, pero cuando mi hija me muerde a lo Hannibal Lecter sale un dark side de mi interior que mis chakras en lugar de sacar energía, sacan pólvora y le digo «Esto noooooooooooooooooo se hace» con un tono de voz que ríete tú de la de Constantino Romero. Y la castigo, mientras mi moflete sigue ardiendo pareciéndome muy adecuado mi comportamiento hostil. Luego, cuando la cosa baja, me sabe mal haberla reñido y paso de esa otra norma que dice «si lo castigas mantente firme hasta el final» y la abrazo y le doy mil besos porque me siento la peor madre EVERENEVER.
Que según los artículos, mi hija está en edad de ponerle límites. Y yo, que soy muy aplicada, se los pongo. Y cuando intenta poner los dedos regordetes en el enchufe, le digo «en el enchufe no se pueden poner los dedos». Y me mira. Y se ríe. Y lo vuelve a hacer. Y entonces, como dice el artículo, me agacho a la altura de sus ojos y le repito con voz tranquila «los dedos en el enchufe, nanaidelachina» (que también dicen que decirle mucho que «no» hace que el «no» pierda sentido). Y la niña se ríe mientras mete sus dedos regordetes en el enchufe. Y entonces la castigo y la siento en la trona. Y ella llora, Y yo lloro.
Y me pide «aquííííí» señalando el suelo. Y yo le pregunto si ha entendido que «los enchufes no se tocan» y ella dice que «zzzzíiii»moviendo los rizos afros de arriba para bajo. Y eso breikmaijeart a lot of. Y entonces la bajo. Y me da un beso y sonríe contenta mientras mete sus dedos regordetes en el enchufe. Y yo, que llevo ocho horas de trabajo encima y me esperan tres más en modo maternidad hasta que vuelva el dulce de leche de trabajar, después de explicarle un par de veces más lo malo que es meter los dedos en el maldito enchufe sin ver ningún progreso, le doy una galleta (de esas con azucares que le gustan a ella y no le gustan a los pediatras) para que se distraiga y pueda ir al baño sin que muera electrocutada. Y eso maifrens, no lo explica ningún artículo, ni en ponencias de maternidad y es mucho más efectivo.
Así que por favor, pónganse de acuerdo entre todos y escriban un MANUAL DE INSTRUCCIONES al estilo de Media Mark o callen para siempre y déjenme vivir en la ignorancia sin pensar cada vez que leo el título de un artículo en facebook, que he roto a mi hija y la he convertido en la próxima DONALD TRUMP.
Besis
En realidad, leemos y leemos haciendo al final nuestra propia terapia, con un poco de aquí y otro poco de allí, priorizando siempre el sentido común. Al
menos, asi lo intento yo tooooodos los días.
Claro que sí! El sentido común es la mejor manera de educar 😉
Ya quisiera Donald Trump parecerse ni un poquito a la Sra de Murcia…
En dos semanas, podría haber hecho el doble de trastadas que el del peluquín,
pero con la gracia y el salero que tiene, estaríamos encantados!!!
Por cierto, alguien debería decirle a Trump que los dedos en el enchufe no!!!
Por aquello de la psicología inversa…😈
jajajajajajajajajajajajaja oye, pues creo que tienes TODA LA RAZÓN! Voto a favor totally
A mi me pasa igual con lo de intentar mantener el tono y no gritar…pero en vez del moflete me muerde el pezón al mamar, que ya tiene 6 dientes y duele!
Y lo peor es escuchar a su padre diciendo: «ssshhh que no se le puede gritar»…
A ver qué haría él en mi posición!
jajajajajajaja eso si que es jodido…