La búsqueda del cigoto

AVISO IMPORTANTE: Esta entrada tiene rombo rojo, lo que significa que si estás leyendo esto y eres mi madre o la madre del rioplatense, porlamordedios deja la lectura. YA. ¡MAMA, YA! No, mama, jijijiji no, APAGA EL ORDENADOR. Madre. ¡¡Maaaaadreeeee!!

Apreciado diario,

No quisiera hacerme pesada con el tema de la maternidad pero es difícil de evitar tratándose del momento en que me hallo ahora mismo, así que intentaré ir alternando posts sobre la vida en general con otros posts que hablen de la etapa que estoy viviendo:

…REDOBLE DE TAMBORES…

Y para eso debo empezar por el principio de los principios y remontarme a el día que decides con tu pareja que vais a ser padres.

En el caso del rioplatense, que me lleva unos añitos, se le despertó el instinto long time ago cuando todo era campo y el estado del bienestar brillaba en todo esplendor. Y es que mi príncipe azul es de esas personas que sólo ven la bondad de los niños: «Mirá que lindo como se sorbe los mocos con el mantel» «Mirá que lindo como se traga tu último ferrero rocher» «Mirá que lindo como te ha vomitado el jersey», etc. es lo que podríamos llamar:

UN PADRE EN POTENCIA

A mi, en cambio, siempre me han gustado los niños, pero más en plan sobrinos. Que juegas con ellos dejándolos en ese punto álgido de adrenalina que les lleva a trepar por las cortinas

y con un seis y un cuatro, dejas al pequeño con más actividad que Pocholo en Ibiza y te vas a tu casita. Que es super cuqui. Y que conservas en perfecto estado porque aún no ha sido corrompida por un cigoto. Con tu príncipe azul, que al no tener hijos te cuida con cariño y te hace masajes en los pinreles.

YEAH, LA BUENA VIDA.

Y le dices a tu dulce de leche que hay tiempo para la maternidad y para cambiar la perfecta vida que tenéis ahora, hasta que  vas a la ginecóloga a hacerte la revisión anual y te dice las palabras mágicas:

Bueno, si quieres ser madre deberíamos ir pensando en la maternidad porque ya tienes los óvulos maduros.

Y esa imagen llega a tu cerebro en forma de ovarios con arrugas y patas de gallo. Quizá no deberías esperar más, vaya a ser que tus óvulos jubilados hagan bebés a lo Benjamin Button.

Tu dulce de leche, que seguramente ha sobornado a la ginecóloga para que te diga esas palabras, empieza a tener un sospechoso brillo en los ojos de ilusión y te anima enseñándote todos y cada uno de los bebés que os encontráis de regreso a casa.

Y  tus órganos reproductores en las puertas de la jubilación, te hacen ver que el pedrolo de pedida ya no es tan importante. Que de perdidos al río…  Que la vida es un día… TOTALLITY que violas a tu príncipe azul al llegar a casa sin pensar que no estás SUPERPARANADA en tus días fértiles. Y ala, que si misionero, que si la pinza birmana, que si tu a Boston y yo a California, y en una semana a lo tonto, tu cálido hogar se convierte en el centro del sexo y la perdición.

Los días van pasando, la fecha señalada para  la menstruación se acerca y cuando ya crees que por lo menos te saldrá una camada de dieciséis cachorros de todos los síntomas de embarazo que tienes, pasa lo más raro del mundo:

TE BAJA LA REGLA

¿Será que soy ovípara?

¿Que era cierto lo de las cigueñas?

¿Que mis óvulos se han distraído haciendo ganchillo?

NO, MAIFRENS. 

Lo que pasa es que aún no has consultado con la BIBLIA DE LA FECUNDACIÓN:

Una página web que toda mujer que busca un hijo debería leer ANTES DE convertir su día a día en una peli porno.

TO BE CONTINUED…

P.D.Si este año hay babyboom es porque mi ginecóloga antiende en varias consultas. Besis.