La proposición…

Apreciado diario:

Ayer tomándome algo con mi amiga Silvia Bianchi (Binachisú para las amigas), me contó que yendo a correr por la Barceloneta se había encontrado con una de esas pedidas románticas que te dibujan una sonrisa con lagrimita aunque no conozcas a los afortunados.

Una de esas pedidas de las de verdad, con antorchas, genuflexión y lágrimas de felicidad.

Esas historias que cuando nos las cuentan emitimos ese «OHHHHHHHH» que vive muy dentro de nosotras y que genera una ansiedad a flor de piel. Y te da por pensar que cuando llegues a casa se lo vas a explicar a tu príncipe azul, en plan MENSAJE SUBLIMINAL y, si se requiriese, EN MODO BUCLE.

Pero al volver a casa te encuentras con un elemento que no contabas: tu rioplatense amor distraído con los deportes en la tele. FUCK! No hay tiempo que perder! Así que haces lo que tienes que hacer: bajarte el canalillo y empiezar  el relato.

– … blabla… diamante… bla bla… love is in the air… bla, bla …

 ¡¡¿¿HAS OÍDO, RUYRUDRIGO??!!

No, no lo ha oído. Porque su cerebro está con la Champions, endorfinas y hombres con músculos. Así que le apagas el volumen de la tele. Y él te sonríe y te mira directamente a los ojos con cara de «PORQUE-SIEMPRE-TE-DA-POR-HABLAR-CUANDO-HACEN-LOS-DEPORTES» , y tú le devuelves la mirada en plan «SORRY-HONEY-PERO-REGALAME-UN-PEDROLO-O-MORIRÁS» y él vuelve a sonreírte. Esta vez haciéndose el sueco y usando el mejor comodín para cambiar de conversación: EL DEL COTILLEO.

-Sí, sí, muy bonito… ¡POR CIERTO! No se lo digas a nadie, peeeeroooooo ¿sabes de que me enterado hoy?

Y tú picas. Porque te gusta más un cotilleo que a un tonto un lápiz. Y le juras que no se lo dirás a nadie, peeeeeeeeeeerooooooo vas al lavabo con el teléfono en el bolsillo y le escribes un guatsap a tu hermana que dice:

¡Tengo un cotilleo pero no puedes decir nada!

Ella, a su vez, se lo cuenta a una amiga con un «NO PUEDES DECIR NADA» como coletilla, y en diez minutos se convierte en Trending Topic en las redes sociales.

Y no es hasta un cuarto de hora después cuando te das cuenta de lo sucedido. ¡EL DULCE DE LECHE te la ha vuelto a jugar! Y sacarle el tema ahora a palo seco parece muy de novia-psicópata-que-presiona, así que tiras de tus neuronas y elaboras una estrategia como la copa de un pino.

Porque eres un genio y conoces MUY BIEN sus debilidades.

Dejas pasar la noche y al día siguiente, como quién no quiere la cosa, le envías un email a tu dulcedelche con un asunto claro:

Cómo podéis comprobar es un mail real, y aunque debería decir PINCHE y no PICHE (¡maldita disléxia!) el objetivo está conseguido, QUE SU CABEZA PROCESE DOS PALABRAS CLAVES:

Mujeres montándoselo + Pechugas 

Y así, cuando extrañado por el regalo que le ha enviado la locatis de su (casi) prometida pinche el vídeo para disfrutar de los juegos erótico festivos de unas jovenzuelas, se dará cuenta del engaño…

¡MUAHAHAHAHAHAHA!

¿Quién es un puto genio?

Pero no cuentas con algo básico: que tu contrincante ES UN PROFESIONAL. Y utiliza sus neuronas rioplatensas para contraactar con un:

–Amor, no empecemos con esto. Recuerda como se nos fue de las manos cuando querías obligarme a ver ORGULLO Y PREJUCIO.

TOUCHÉ. El maldito da en el clavo.

Porque las palabras se quedan cortas, os dejo las pruebas gráficas de lo que sucedió FEW YEARS AGO…

SÍ, SE NOS FUE DE LAS MANOS Y PROMETIMOS NUNCA MÁS EVERENEVER volver a caer en la tentación.

BULLSHIT!

Sólo queda una opción para salir airosa de todo esto.

Un truco del almendruco que deje el marcador a cero.

Algo que se aprende cuando formas parte de de una familia numerosa:

–Perdona amor, todo ha sido culpa de la Bianchi.

Besis.

P.D. Bianchi, ves ensayando la coreo que creo que el rioplatense ha picado…. #TEQUIEROTÍA